Con motivo de los superclásicos que definirán el torneo más importante del continente, es clave conocer la idiosincrasia del hincha del conjunto de Núñez. Labruna, Francescoli, Ramón Díaz, Ortega y Gallardo están entre los máximos ídolos del “Millonario”.
En el “Xeneize”, Riquelme es el máximo ídolo de la hinchada, que también tiene entre sus glorias a Ángel Clemente Rojas, Palermo, al “Toto” Lorenzo y a Carlos Bianchi. Uno de los títulos más recordados es la Intercontinental que le ganó a Real Madrid.
- Apodos:
Originalmente un apodo despectivo, los hinchas de Boca adoptaron el “bostero” como un grito de guerra propio y lo convirtieron en un nombre del que se sienten orgullosos. En sus inicios, hacía mención a un trabajo de principios del siglo XX, en referencia a los hombres que debían levantar la bosta de los caballos que andaban en el barrio de La Boca, en Buenos Aires. También llevan el apodo de “Xeneizes”, por el origen genovés de algunos de sus fundadores, y “La mitad más uno”, ingenioso eslogan que inventó Alberto Armando, presidente del club en los 60 y 70, para asegurar que más de medio país era hincha del club de La Ribera.
Al igual que el “bostero” de Boca, el apodo “gallina” comenzó como grito hiriente de las demás hinchadas, aunque con los años los simpatizantes de River lo adoptaron como propio. Nació en 1966, después de que el equipo perdiera 4-2 la final de la Copa Libertadores ante Peñarol, luego de ir ganando por 2 a 0. Al siguiente partido, la afición de Banfield arrojó una gallina al campo de juego y desde entonces surgió el apodo. El mote de “millonarios” nació en los años 30, cuando en el inicio del profesionalismo River pagó grandes sumas de dinero para comprar a Carlos Peucelle, a Bernabé Ferreyra y a José María Minella.
- Ídolos:
El máximo ídolo del club es Juan Román Riquelme, figura estelar en la obtención de las Libertadores 2000, 2001 y, sobre todo, 2007. También ocupan un lugar muy especial en el corazón de los hinchas de Boca, Ángel Clemente Rojas, más conocido como “Rojitas”, un exquisito delantero que brilló en la década del 60, y Martín Palermo, máximo goleador en la historia del club. A ellos se les podría sumar Diego Armando Maradona, aunque su idolatría también está emparentada por sus hazañas con el seleccionado argentino. Entre los técnicos, Juan Carlos Lorenzo, estratega del equipo que ganó las dos primeras Libertadores (1977 y 1978) y la primera Intercontinental, y Carlos Bianchi, entrenador que logró tres Libertadores (2000, 2001 y 2003) y dos Intercontinentales, se llevan el mayor cariño.
El máximo ídolo riverplantese es Ángel Amadeo Labruna, multicampeón primero como delantero y después como entrenador. “Angelito” es el máximo goleador en la historia del club, jugando casi 20 años en Primera división. Otros nombres rutilantes son los de Norberto Alonso, el uruguayo Enzo Francescoli, Ubaldo Matildo Fillol, Daniel Passarella, Andrés D’Alessandro y el jujeño Ariel Ortega, el último gran ídolo como futbolista. Los logros como entrenadores de Ramón Ángel Díaz y de Marcelo Gallardo los subieron a ese pedestal también, después de haber sido nombres muy queridos en sus etapas como jugadores.
- Fechas gloriosas:
La primera final de la historia entre Boca y River se dio el 22 de diciembre de 1976, por lo que aquella victoria 1-0 con un gol de Rubén Suñé quedó marcada a fuego en la vida del club. Otra jornada inolvidable para los aficionados “xeneizes” es el 28 de noviembre de 2000, cuando el equipo dirigido por Carlos Bianchi se impuso por 2 a 1 a Real Madrid, que tenía figuras internacionales como el portugués Figo, el delantero Raúl y el arquero Casillas en la final de la Copa Intercontinental. Martín Palermo marcó los dos tantos de Boca. Por la jerarquía del adversario, es probablemente la victoria más importante de su historia.
Con una victoria por 1 a 0 sobre América de Cali, el conjunto “millonario” levantó su primera Copa Libertadores el 30 de octubre de 1986. Tras dos finales perdidas, el equipo de Núñez saldó una deuda histórica con sus simpatizantes, debido a que otros clubes argentinos como Independiente, Boca, Racing, Estudiantes y Argentinos Juniors ya habían ganado el trofeo más importante del continente. El 21 de diciembre de 1997 es otra jornada muy recordada, ya que ese día consiguió su tercer tricampeonato, cuatro días después de haber conquistado la Supercopa sudamericana.
- Fechas trágicas
En 2006, Boca tenía la posibilidad de ganar su primer tricampeonato en el profesionalismo y le llevaba cuatro puntos con seis en juego a Estudiantes de La Plata. Sin embargo, perdió los dos partidos que le restaban y los platenses, dirigidos por Diego Simeone, forzaron un desempate, que se jugó el 13 de diciembre de 2006. Boca, conducido por Ricardo La Volpe, se adelantó con un gol de Palermo, pero Estudiantes dio vuelta el resultado con tantos de José Sosa y Mariano Pavone y le provocó una derrota muy dolorosa. La final perdida en el Torneo 1990/1991 ante Newell’s también es una marca inolvidable. Aquel 9 de julio de 1991, el conjunto dirigido por Marcelo Bielsa se impuso por penales en La Bombonera para frustrar al conjunto que conducía el uruguayo Óscar Tabárez.
No hay dudas de que el 26 de junio de 2011 quedó marcado a fuego en la historia del club, ya que sentenció su único descenso a la segunda división. Tras caer en la promoción, el equipo que tenía como entrenador a Juan José López perdió 2-0 ante Belgrano en Córdoba y luego empató 1-1 en el encuentro revancha para descender. Fue la primera vez que perdió la categoría en 110 años. Un año después, el equipo, que por ese entonces era dirigido por Matías Almeyda, ya regresó a la máxima categoría del fútbol argentino, aunque ya nada fue igual después de aquel 26 de junio.
- Clásico favorito sin títulos ni eliminaciones en juego
River ya era campeón del Torneo 85/86 y debía visitar La Bombonera ante un Boca que venía en alza después de un mal inicio de torneo. La gran discusión en la semana previa era si los “Millonarios” iban a dar la vuelta olímpica antes del partido. Además, el excéntrico portero de Boca, Hugo Gatti, había pedido que se jugara con un balón naranja, en función de la cantidad de papelitos que iban a caer sobre el césped. El día del partido, River concretó una media vuelta olímpica, sin completar el tramo frente a la barra brava de Boca, y luego se impuso 2-0 con dos goles de Norberto Alonso, uno de los máximos ídolos del club. El “Beto”, con la pelota naranja, venció a Gatti con un cabezazo en el primer tiempo y, ya en el segundo, con el balón normal, anotó un tiro libre que se desvió en la barrera y descolocó al portero para cerrar una de sus tardes más gloriosas.
El partido del Metropolitano de 1981 en La Bombonera tuvo todos los condimentos que describe el escritor Nick Hornby en “Fiebre en las gradas” sobre el partido perfecto. Grandes goles, grandes jugadores, lluvia, barro, polémicas y expulsiones. Con el detalle de que la figura de aquella noche fue Diego Armando Maradona, líder del triunfo de Boca por 3-0 en su primer superclásico. Después de que Miguel Ángel Brindisi anotara un doblete para que los locales se adelantaran por 2 a 0, Maradona convirtió uno de los goles más recordados de la historia de los superclásicos, con una jugada en la que dejó tirados en el barro al arquero Ubaldo Matildo Fillol y al defensor Alberto Tarantini para ganarse para siempre el cariño de los hinchas de los “Xeneizes”.
- Jugador más resistido
Como ocurre con River, los nombres más odiados por el hincha de Boca no hay que buscarlos en los mejores futbolistas del tradicional adversario. En ese contexto, el lateral Hernán Díaz llena todos los formularios para tener ese dudoso honor. Pieza importante en una etapa gloriosa de River, el “Hormiga” era el encargado del trabajo sucio y pelearse, dentro y fuera de la cancha, con todos los jugadores adversarios. El defensor Oscar Ruggeri, mítico defensor campeón del mundo en México 1986, es otro nombre odiado por los boquenses, que nunca le perdonaron la “traición” de haber pasado del equipo de La Ribera al conjunto de Núñez de forma directa tras considerarse jugador libre, en un conflicto que incluso motivó una huelga de futbolistas en Argentina.
No coincide con el mejor jugador del clásico ni el más determinante. Probablemente el paraguayo Roberto Cabañas represente al jugador de Boca que más broncas despertó en el hincha de River. En una época en la que el conjunto “Xeneize” ganó muchos clásicos consecutivos, el fallecido delantero se encargaba de calentar los encuentros, primero con declaraciones muy picantes y luego en el campo. Otros que podían ocupar esa plaza son Guillermo Barros Schelotto, actual técnico del conjunto de La Ribera, o Blas Armando Giunta, hombres que se ganaron el odio de sus tradicionales rivales.
Maidana será el capitán del “Millo”
Ante la ausencia de Leonardo Ponzio por lesión, Jonatan Maidana llevará la cinta de River en la primera final. El defensor deberá cuidarse para no recibir otra tarjeta amarilla, porque sino se perderá la segunda final.
El “Muñeco” tiene una sola duda
Bruno Zuculini o Ignacio Fernández es la única duda que tiene Marcelo Gallardo para confirmar el equipo titular para mañana. Gonzalo Martínez, que ya dejó atrás el cuadro febril, estará desde el comienzo, mientras que la dupla de ataque la integrarán Rafael Santos Borré y Lucas Pratto.
Cardona, entre los concentrados de Boca
El colombiano Edwin Cardona, que no había sido tenido en cuenta para viajar a Brasil para el partido revancha contra Palmeiras, aparece entre los concentrados por Guillermo Barros Schelotto para la primera final.
Nández y Mayada no serán convocados por Uruguay
La Asociación Uruguaya liberó a Nahitán Nández, de Boca, y a Camilo Mayada, de River, para las finales de la Libertadores. La Conmebol hizo un pedido formal y Uruguay no citó a esos dos jugadores para los partidos amistosos ante Brasil (16 de noviembre en Londres) y Francia (20 de noviembre en París).